Nueve de julio, olorcito a actos escolares en dónde se sentía uno halagado si lo elegían de Laprida, y de desfile estando en el Liceo. Ya con varías décadas encima me sigue generando la misma emoción, lastima que ya no tenga la misma trascendencia para las nuevas generaciones, porque no se puede amar lo que no se conoce, en mis tiempos de formación el primer valor que se inculcaba era el de Patria y su pertenencia a Ella. Es la gran deuda que a doscientos ocho años de la gesta de Tucumán, la cultura tiene para las últimas y venideras camadas de Argentinos, el hacerlos sentir orgullosos de este bendito suelo patrio. Feliz día de la Independencia. El Almirante de Tempestades
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