13 de agosto de 2024
El real brasileño se apreció en agosto: por qué es una buena noticia para la economía argentina
La divisa del país vecino recuperó un 6% el mes pasado y contribuyó a descomprimir las presiones devaluatorias para el peso. El Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral regresó al nivel del 1 de julio
1) Sostiene la balanza comercial. Dado que Brasil es el principal socio comercial de la Argentina, un real más fuerte promueve la demanda de productos argentinos desde el país vecino, por su mayor capacidad de compra. Hay que recordar que Argentina anotó en julio su quinto mes consecutivo de superávit comercial con Brasil, una pieza clave en la balanza comercial global del país.
“Por su parte, tendrán un impacto balanceado sobre el comercio bilateral las perspectivas de crecimiento de la economía brasileña -en torno a 2%-: las mismas implican una desaceleración respecto a 2023 (+2,9%) pero una aceleración respecto al primer semestre, cuando se esperaba un 1,8-1,9% para el año. Esto responde a mejores perspectivas de consumo e inversión, aunque el Banco Central de Brasil probablemente no vuelva a reducir la tasa de referencia este año, con mayor presión sobre la moneda gracias a las menores tasas esperadas en la Fed, y una inflación persistentemente alta pero dentro del rango tolerable para el banco central”, indicó un informe de Abeceb.
Asimismo, esta evolución influyó en la mejora del Tipo de Cambio Real Multilateral -que incorpora a los principales doce socios comerciales de Argentina-, que alcanzaba el viernes último los 87,5 puntos, un nivel similar al del 1 de julio. Esto quiere decir que en las últimas seis semanas la economía de Argentina mantuvo estable su competitividad cambiaria aún cuando el dólar mayorista sostuvo un ritmo de avance gradual del 2%, por debajo de la inflación local.
3) Ayuda a la política cambiaria. En julio el ministro de Economía, Luis Caputo, envió un anticipo del proyecto de Presupuesto 2025 al Congreso de la Nación, con un planteo de los ejes principales de la “Ley de Leyes” ingresará el 15 de septiembre. El funcionario ratificó el sendero de “crawling peg” hasta fin de año, con un tipo de cambio oficial que cerraría el 2023 en los 1.016 pesos. Un real fuerte contribuye a esta política, pues quita presión devaluatoria a la moneda doméstica e, indirectamente ayuda a su función como “ancla” para desacelerar la inflación, hoy el principal objetivo económico del Gobierno.De todos modos, la incertidumbre sobre el nivel de tipo de cambio para los próximos meses no está despejada, en especial si se considera la necesidad de eliminar el “cepo”.Los expertos de Balanz Capital aportaron que “hacia adelante, la incertidumbre acerca de la recesión en EEUU y su impacto en commodities podría seguir manteniendo en jaque a las monedas de la región, tal como se observó a lo largo de este año”.
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