26 de diciembre de 2024
Entre la pelota y los libros: la historia del jugador que hizo inferiores en Racing, pasó por el Ascenso y se recibió de licenciado
Bruno Dordoni tuvo un último paso por Cañuelas, pero su pase pertenece a Acasusso. El defensor logró recibirse en la UCES al mismo tiempo en que afrontaba sus compromisos deportivos
Su pasión por la pelota debía esperar, aunque su talento ya marcaba la diferencia con sus compañeros del colegio. Fue por la sugerencia de un amigo de la familia que Bruno fuera a Acassuso para complementar su máximo anhelo con la escuela. Y como los entrenamientos eran por la tarde, su papá consiguió un permiso para que su hijo pudiera salir un rato antes de clases para no faltar a las prácticas.
Por esas bromas del destino, en el instante en el que estaba en plena ruta junto a su padre rumbo al Eva Perón, el celular sonó y del otro lado de la línea estaba Alejandro Russo, el encargado de las juveniles de la Academia. “Me gustaría que arranques la pretemporada con nosotros”, le soltó sin anestesia.
Ambos acordaron seguir con su camino para hablar personalmente con Patricio Hernández y explicarle la situación. Además, aprovecharía el viaje para conocer la ciudad y la forma de trabajar de un equipo del interior. “Dale para adelante, no siempre vas a tener la posibilidad de sumarte a uno de los cinco grandes”, fue la frase con la que se despidió el DT, tras emprender el regreso a Buenos Aires.
La negociación entre Acassuso y Racing llegó a buen puerto y el defensor se sumó a un plantel que tenía entre sus filas a jugadores de la talla del Chila Gómez, Charly Alcaraz, Alexis Cuello, Rodrigo Amaral, Dordoni debió adaptarse a las exigencias de un club modelo que en el último tiempo se ha destacado por la aparición de promesas que brillan alrededor del mundo. Lautaro Martínez, Rodrigo De Paul y Bajo la conducción de Chiche Arano en la Reserva de la Academia, permaneció durante un año y medio. El ex lateral tenía tanta confianza en Bruno que en ocasiones también lo ubicaba como volante central; pero en un partido contra River en Ezeiza, se sorprendió porque los rivales volaban y a los 25 minutos del primer tiempo ya lo habían expulsado. Entendió que los chicos del Millonario no eran como los del Ascenso. “No te dejaban pasar una falta y además eran muy vivos para tirarse y reclamar. Los primeros seis meses me costó bastante”, analizó.Fue una época de mucho sacrificio, ya que después de haber concluido su etapa escolar, Bruno debía elegir una carrera universitaria para acompañar al fútbol. Después de meditarlo en profundidad, se inclinó por la administración empresarial, dado que el terciario en periodismo deportivo o el curso de entrenador podrían esperar para el futuro.La pandemia también contribuyó para acelerar el proceso. Con los campeonatos cancelados y la prohibición de entrenar en grupo, aprovechó para anotarse en más materias de lo habitual y dedicarse a los resúmenes, los parciales y los finales.
Como si se tratara de una ironía del destino, durante su etapa en Racing comprendió que no es habitual que haya muchos académicos en los planteles. “Al comienzo me daba vergüenza, pero con el tiempo uno se va dando cuenta que debe saber cómo manejar ciertas situaciones porque es un ambiente jodido”, analizó. Algunos compañeros ni siquiera habían terminado la primaria y él compartía la presión de ganar cada fin de semana con el de aprobar los exámenes. “A veces parecía que me contaban las costillas, pero siempre mantuve la humildad”, continuó.Descansando en las playas de Leblon, el defensor está a la espera de nuevos desafíos. Los primeros días de enero retornará al país, porque aún tiene contrato vigente con Acasusso. Con el título de licenciado bajo el brazo, Bruno Dordoni sueña con dar el salto en el fútbol. Ahora, su máximo anhelo se instala en sumar un nuevo título desde el aspecto deportivo.
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