29 de enero de 2025
Qué hay detrás del conflicto en el Congo: una guerra étnica y 24 billones de dólares en minerales
La ofensiva de los rebeldes del M23 es el último capítulo de un conflicto que se remonta al genocidio tutsi de 1994. La creciente demanda mundial de cobalto y tierras raras para tecnología elevó las tensiones
>Los rebeldes apoyados por Ruanda afirmaron que habían capturado la estratégica ciudad de Goma, en el este del Congo, centro neurálgico de una región que contiene billones de dólares en riquezas minerales que siguen en gran parte sin explotar, mientras Según los analistas, los combatientes del M23 pretendían controlar la ciudad, de unos 2 millones de habitantes, y quizá otras zonas de la región, a casi 1.000 kilómetros de la capital congoleña.Este martes, una fuente de seguridad indicó que el grupo armado y las tropas ruandesas tomaron el control del aeropuerto de Goma, añadiendo que “más de 1.200 soldados congoleños se han rendido y están confinados en la base de la MONUSCO (misión de la ONU) en el aeropuerto”.
La ofensiva de los rebeldes ha provocado la huida de miles de personas, que se suman al millón de desplazados que ya se encuentran en Goma, y ha puesto al límite la capacidad de los hospitales, a los que llegan cientos de heridos cada día al quedar atrapados los civiles en el fuego cruzado.
El M23 es una de las 100 facciones armadas que se disputan el este del Congo, donde se libra un conflicto que dura ya varias décadas. El grupo, formado principalmente por personas de etnia tutsi que no lograron integrarse en el ejército congoleño, lideró una insurgencia fallida contra el gobierno congoleño en 2012. Después permaneció inactivo durante una década, hasta su resurgimiento en 2022.
Entre 1996 y 2003, la región estuvo en el centro de un prolongado conflicto apodado “la guerra mundial de África”, ya que los grupos armados luchaban por el acceso a metales y minerales de tierras raras como el cobre, el cobalto, el litio y el oro.El conflicto se remonta a las secuelas del genocidio de 1994 en la vecina Ruanda, donde las milicias hutus mataron a entre 500.000 y 1 millón de personas de etnia tutsi, así como a hutus moderados e indígenas twa.
Cuando las fuerzas lideradas por los tutsis contraatacaron, casi 2 millones de hutus cruzaron al Congo, temiendo represalias. Desde entonces, las tensiones entre hutus y tutsis se han recrudecido en el Congo.El M23 afirma defender a los tutsis y a los congoleños de origen ruandés de la discriminación. Los críticos dicen que es un pretexto para que Ruanda obtenga influencia económica y política sobre el este del Congo.
Como el mundo depende más que nunca de los metales y minerales de tierras raras del Congo para producir productos electrónicos, lo que está en juego ha aumentado. Los vecinos Ruanda y Uganda tienen intereses financieros en las minas congoleñas, al igual que China y Estados Unidos.La riqueza de la región apenas ha llegado a los ciudadanos congoleños, ya que el 60% de sus 100 millones de habitantes vive por debajo del umbral de la pobreza. En cambio, las luchas por los recursos naturales han desestabilizado el país.
Congo, Estados Unidos y expertos de la ONU acusan a Ruanda de respaldar al M23, que contaba con cientos de miembros en 2021. Ahora, según Naciones Unidas, el grupo cuenta con unos 6.500 combatientes.Los analistas afirman que las tropas ruandesas en el este del Congo se han mostrado cada vez más activas en las últimas semanas.
La ciudad es un centro regional para el comercio, la seguridad y los esfuerzos humanitarios, y su aeropuerto es clave para el transporte de suministros.La toma de una ciudad tan grande supondría un gran impulso para los rebeldes y una gran derrota para las fuerzas gubernamentales.
La caída de Goma tendría también un “impacto catastrófico en cientos de miles de civiles, exponiéndolos a un mayor riesgo de violaciones y abusos de los derechos humanos”, declaró Ravina Shamdasani, de la oficina de derechos humanos de la ONU.En 2012, los rebeldes tomaron Goma y la controlaron durante una semana, pero la abandonaron tras la creciente presión internacional sobre Ruanda, que incluyó la suspensión de la ayuda de Estados Unidos y Gran Bretaña.“Anteriormente (el M23) exigía claramente su integración en el ejército de la RDC y una mayor participación en el proceso político”, afirmó Darren Davids, analista de Economist Intelligence Unit. Pero ahora, dijo, “parece que el M23, con la ayuda de Ruanda, tiene la intención de mantener el control de Goma y, más concretamente, de las rutas de la cadena de suministro en Kivu Norte”.
Hay 4 millones de desplazados en el este del Congo. Según la agencia de la ONU para los refugiados, este año ya se han desplazado más de 400.000 personas, lo que ha agravado las “condiciones desesperadas” en los centros de desplazados de Goma y sus alrededores, gravemente superpoblados, y ha provocado un aumento de los casos de cólera.
A medida que los rebeldes se acercaban a Goma, muchos más huyeron de los pueblos de los alrededores y de los campos de desplazados a la ciudad. Otros huyeron de Goma a Ruanda.(Con información de AP)
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