5 de junio de 2024
Asado, pan, fideos y leche: cuántas horas de trabajo se necesitaban para comprarlos hace 40 años y cuántas se requieren ahora
En los últimas cuatro décadas los productos esenciales aumentaron a un ritmo mucho mayor que el de los salarios. Los alimentos que más se encarecieron en términos relativos
Cuarenta años más tarde, la historia se repite. Según un relevamiento hecho por Infobae, desde el 2016 (año en que el Indec comenzó a publicar la lista de precios de los productos) hasta hoy, los tiempos de trabajo para adquirir un producto se extendieron considerablemente. Para hacer el cálculo, se tuvo en cuenta la serie que publica el Gobierno de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) y un tiempo medio de trabajo de 10.080 minutos mensuales (8 horas diarias durante 5 días a la semana), que equivale a 21 jornadas laborales.
Los números demuestran que en 2016 se requerían trabajar 20 minutos para comprar un kilo de pan, 11 min para comprar fideos, 69 para un kilo de asado y 10 min para alcanzar el litro de leche. En 2024, tras varios años con inflación de dos dígitos al año y salarios rezagados, el kilo de pan demanda 41 minutos de trabajo, el paquete de fideos 23 minutos, el kilo de asado 112 minutos y el litro de leche 22 minutos. Es decir, todos los tiempos se extendieron de forma significativa.
Los datos actualizados al presente comparados con los del origen del ejercicio, en 1985, permitieron detectar que para adquirir un kilo de pan se pasó de 25 a 41 minutos de trabajo, para comprar un paquete de fideos saltó de 18 a 23 minutos y para acceder a un kilo de asado se extendió de 66 a 112 minutos. El litro de leche demandaba 15 minutos de trabajo en 1985 y ahora 22 minutos.
Por lo tanto, al menos en términos de ingresos, el presente de los argentinos hoy es más parecido al que existía en la salida de la hiperinflación que al que había antes del período de subas frenéticas de precios que se dio entre 1989 y 1990.
Caída de la productividad
Para Juan Luis Bour, economista jefe y director de FIEL, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios está asociada a una fuerte baja en los niveles de productividad.
“Desde el 2011 hasta la fecha se ha dado una gran caída de la productividad total y laboral. En algún momento eso se transfiere a una caída del salario”, comentó Bour.
Desde el 2011 hasta la fecha se ha dado una gran caída de la productividad total y laboral. En algún momento eso se transfiere a una caída del salario (Bour)
“Si una persona produce USD 1,50 por hora, yo le puedo pagar USD 1, pero si de pronto su trabajo rinde menos y produce USD 1, no tengo otra opción que bajarle el salario”, acotó Bour a modo de ejemplo.
“En los últimos años y sobre todo en los últimos meses se ha dado esa situación. Sin ir más lejos, el Producto Bruto Interno (PBI) se contrajo 8,4% sólo durante marzo. Ese escenario sin duda se traduce en una caída del salario real”, agregó el economista.
Según Bour, la pérdida del poder de compra de los salarios se refleja en el tiempo que es necesario trabajar para comprar productos, siempre y cuando se trate de insumos de productividad constante. “Al tomar artículos como la carne y la leche, se puede ver que cada vez es necesario trabajar más tiempo, pero porque se trata de artículos que siempre mantienen el mismo nivel de productividad. Al bajar el poder adquisitivo de los salarios, se da esa relación”, explicó.
“Por el contrario, cuando se trata de productos con progreso técnico, como un celular o un televisor, se da siempre la relación contraria, porque se trata de productos que se abaratan en términos relativos a lo largo del tiempo”, observó Bour.
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