1 de febrero de 2025
El Gobierno asume el desafío de bajar impuestos y sostener el superávit fiscal
Las primeras reducciones impositivas generan un costo fiscal moderado. Se busca compensarlas con mayores ingresos de otros tributos y un recorte en el gasto
En 2024 hubo ingresos extraordinarios que este año no estarán disponibles, pero si la economía creciera ese 5% que esperan el Gobierno y el FMI, los ingresos tributarios asociados a la actividad también deberían mejorar.
La Fundación Mediterránea analizó ese impacto y también el de segunda mano, que sería más leve y no llegaría a compensar el primer efecto. “La recaudación tributaria total cae proporcionalmente menos que la recaudación perdida por la baja de los derechos de exportación (19%)”, planteó.
En definitiva, midió la Mediterránea, la medida sobre retenciones implicará que “las provincias serían las grandes ganadoras” porque “pasarían a recaudar 12-15% más, un extra de 16 dólares por hectárea en zona núcleo y de 11 dólares por hectárea en zona extrapampeana”. El fisco nacional, por su parte, absorbería toda la perdida recaudando 14-15% menos”, concluyó.
Otra forma de verlo es a través de la lectura que hace el director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, Nadin Argañaraz, que en diálogo con Infobae explicó que las provincias y municipios se verían beneficiados por un efecto lógico: la caída de la recaudación de un impuesto no coparticipable y la mejora en otros que sí se reparten de manera federal.Para este año, además de la reducción de los derechos de exportación, hay otros factores que podrían poner en jaque el equilibrio fiscal. Hace pocas semanas el Fondo Monetario Internacional había opinado que el Gobierno debería Según un análisis de Grupo SBS, “los desafíos fiscales de 2025 podrían venir tanto por el lado de los ingresos como del gasto”, plantearon sus economistas en un informe reciente.
En términos de gasto, SBS advirtió que la baja de la inflación le quitará “batería” a la “licuadora” por lo que el Gobierno debería apuntar a otro tipo de medidas y más “motosierra”; y consideró que “todavía hay espacio para reducciones en gasto salarial y subsidios económicos”.
“Si bien se trata de un año electoral, el Gobierno seguramente calibrará costos y beneficios de estas medidas. Dicho todo esto, creemos que podría apelar a privatizaciones para anotar algunos ingresos one-off de ser necesario”, analizaron los economistas de la entidad financiera.Con todo, concluyó el reporte de SBS: “El superávit primario base caja podría estar en el rango de 1,2 y1,4 puntos del PBI en 2025. Asimismo, y pensando en las reformas estructurales, será clave ver cómo queda la composición del Congreso post elecciones legislativas para evaluar qué tan probable es avanzar con las mismas en la segunda mitad del mandato de En tanto, un informe de la consultora Empiria, que dirige el ex ministro de Economía Hernán Lacunza, planteó que “repetir este año el desempeño fiscal de 2024, es decir, un excedente financiero de 0,3% del PBI, luce desafiante”.Según Empiria, “por ciertos ingresos con los que el fisco este año no podrá contar, que denominó déficit inercial, el Gobierno requerirá de medidas para compensar esa pérdida. Ese punto de partida fiscal de este año estaría marcado por recaudación que no habrá en 2025 como el impuesto PAIS, que se extinguió a fines de 2024, y medidas incluidas en el paquete fiscal como el blanqueo, la moratoria y el anticipo de Bienes Personales. Por esa vía suman 1,5% del PBI, y por gastos con aumentos automáticos. como jubilaciones y Asignación Universal por Hijo, habrá otro 0,3% del PBI”.La consultora LCG planteó que 2025 podría cerrar con un superávit de 1,3% del PBI, aunque con dificultades. “La eliminación del Impuesto PAIS (1,3% PBI), la reducción de Bienes Personales (por la baja de alícuotas y los montos ingresados previamente vía el Reipb), además de la baja de retenciones al agro (estimamos que hasta junio costaría 0,13% del PBI)”, serán factores clave”, advirtió.
Según LCG, “El Gobierno profundizará los recortes en el gasto para sostener el superávit. Si bien en 2024 se ajustó el gasto previsional, la obra pública y las transferencias a provincias, aún queda margen para recortar gastos operativos y subsidios, que representan el 10% del gasto primario (1,5% del PBI)”.COMPARTIR:
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